Dos tipos de canela, una solución antigua. La canela Ceilán y Cassia han estado ocultas a plena vista durante siglos. Una es auténtica, la otra está en todas partes. Y no son solo para hacer que tu café latte sepa elegante.
Estas especias tienen un serio impacto contra la diabetes. Es ciencia, no solo la sabiduría de la abuela. Los compuestos polifenólicos en la canela realmente ayudan a regular el azúcar en sangre. No es broma. Múltiples estudios muestran que reduce los niveles de glucosa en ayunas y después de las comidas en diabéticos tipo 2.
La canela no es solo un remedio de la abuela—está científicamente comprobado que reduce el azúcar en sangre en diabéticos tipo 2.
Y aquí está lo mejor: también mejora la sensibilidad a la insulina. Tus células realmente escuchan cuando la insulina llama. Algunas investigaciones incluso sugieren niveles más bajos de HbA1c. No es concluyente aún, pero prometedor. Los catequinas del té verde potencian los efectos reductores del azúcar en sangre de la canela cuando se consumen juntos.
La dosis importa. Los estudios utilizaron entre 1 y 6 gramos diarios, mostrando beneficios después de solo 4 días. Un estudio fundamental demostró que consumir estas cantidades reducía la glucosa en ayunas en un 18% a 29% durante 40 días. No está mal para algo que probablemente está acumulando polvo en tu especiero ahora mismo.
La canela de Ceilán es significativamente más segura para el consumo diario debido a su menor contenido de cumarina comparada con la variedad Cassia más común.
Pero espera—hay más. La canela ataca el colesterol como si tuviera una vendetta personal. ¿LDL? Baja. ¿Triglicéridos? Bajan. ¿Colesterol total? Lo adivinaste—baja. Algunas personas afortunadas incluso ven subir su HDL. Tu corazón te lo agradecerá.
Seamos realistas. La investigación aún está alcanzándonos. Algunos estudios contradicen a otros. Diferentes dosis, diferentes tipos de canela, diferentes resultados. La ciencia es desordenada a veces.
¿Es segura? Generalmente, sí. Pero no vayas tragando cucharadas. Puede causar problemas estomacales. Y si tu hígado ya está luchando, tómalo con calma. El contenido de cumarina en la canela Cassia puede ser problemático en dosis altas.
Y por favor—no dejes tus medicamentos. La canela complementa el tratamiento médico; no lo reemplaza. Siempre consulta con tu médico primero. No es una cura milagrosa. Es una herramienta útil.
¿La conclusión? Esta antigua especia merece atención en el manejo de la diabetes. Ha estado presente desde siempre por una buena razón. A veces los remedios antiguos resisten el escrutinio moderno. La canela es uno de ellos. Solo no esperes milagros de tu latte de especias de calabaza.