¿Por qué nadie habla de lo que sucede cuando dejas de tomar antidepresivos? A la comunidad médica le encanta repartir pastillas, pero se vuelve sospechosamente silenciosa cuando es hora de dejarlas. Aproximadamente un tercio de las personas experimenta síntomas de abstinencia—dolores de cabeza, insomnio, y todo lo demás. Algunos médicos actúan como si esto fuera raro. No lo es. De hecho, la mitad de los pacientes pueden enfrentar estos efectos. Sorprendente.
La cruda verdad: estas pastillas no son caramelos. Los síntomas comunes de abstinencia incluyen mareos, dolores de cabeza, problemas para dormir y cambios de humor que hacen que las montañas rusas parezcan suaves. ¿Diversión gastrointestinal como náuseas y diarrea? Sí. ¿Sudar a través de las sábanas? Afirmativo. ¿Pesadillas que harían sentir celos a las películas de terror? También. Investigaciones recientes publicadas en JAMA encontraron que 1 de cada 7 personas experimenta síntomas después de discontinuar sus antidepresivos.
Los usuarios a largo plazo son los más afectados. ¿Has estado tomando antidepresivos por más de tres años? Tus probabilidades de abstinencia moderada a severa acaban de dispararse. La mitad de los usuarios a largo plazo reportan efectos serios. Pero aquí está lo curioso: la mayoría de los estudios ni siquiera se centran en el uso a largo plazo. Una omisión conveniente, ¿no? La investigación muestra que la cesación repentina de medicación aumenta significativamente la severidad de los síntomas de abstinencia y las complicaciones.
La reducción gradual importa. Mucho. Si apresuras el proceso, tu cerebro hace un berrinche. Los expertos recomiendan reducir durante más de cuatro semanas, adaptado a tu situación específica. No intentes esto durante una boda o semana de exámenes finales, obviamente. Algunos medicamentos son más fáciles de dejar que otros. Tu médico debería ayudar. Muchos no lo hacen.
La recaída es el elefante en la habitación. Dejas los medicamentos, la depresión podría volver. ¿Es una verdadera recaída o abstinencia disfrazada de depresión? Difícil de decir. El cerebro se acostumbra al balance químico artificial y protesta cuando desaparece.
¿Apoyo? Buena suerte encontrándolo. Muchas personas enfrentan la abstinencia solas, abandonadas por los sistemas de salud. La familia, amigos, ejercicio y terapia pueden ser salvavidas. Una buena red de apoyo marca toda la diferencia.
La conversación sobre dejar los antidepresivos necesita cambiar. No se trata solo de síntomas físicos—afecta las emociones, relaciones, todo. Quizás es hora de que hablemos de la historia completa, no solo las partes que venden recetas.